2. Esa donde «ambos saben que están destinados el uno a la otra pero ninguno lo admite».
Todo el mundo es consciente de vuestra perfecta armonía, la alquimia que existe entre vosotros, la total comunión de intereses e intenciones. Todo el mundo, excepto ustedes…
3. La que no llamas relación.
Durante meses no coges compromisos los martes porque sabes que es vuestra noche (y que noche!) y, sin embargo, evitas cuidadosamente abordar el discurso que culmina con la pregunta «pero somos una pareja?» (continua en la pagina 3)