6) Establecer una rutina
Si durante el día las actividades pueden ser diferentes y variar según los días de la semana, por la noche debe haber una rutina precisa que el niño pueda reconocer. La cena debe hacerse siempre a la misma hora y debe enmarcarse en un contexto de rituales precisos. Según Fresco, el momento ideal para empezar es entre las 6 y las 8 de la tarde con un baño caliente (agua a 38 grados centígrados) de unos 15 a 20 minutos. Luego hay que ponerse el pijama y sentarse a cenar. Deben pasar un par de horas después de la cena para permitir la digestión. Durante este tiempo, se recomiendan los juegos tranquilos, la música relajante o el canto y la lectura de libros. Si adoptas esta rutina desde el nacimiento, seguro que será más fácil acompañar a tu bebé a un sueño más tranquilo y, por tanto, más duradero.