10) Una expresiòn aterrorizada
En época victoriana, la tasa de mortalidad infantil era muy alta: las escasas condiciones higiénicas y la imposibilidad a curar con rapidez enfermedades hoy nada peligrosas, como el sarampión o las paperas, causaban la muerte precoz de muchísimos niños. Las fotos “post mortem” se convirtieron asì en el único recuerdo que los padres tenían posibilidad de guardar, sobre los jóvenes difuntos.
Esta niña conocía perfectamente la realidad de esa situación, y su expresión revela el terror que sentía en aquel momento: el hermano mayor, que la abraza con los ojos cerrados es, de hecho, un cadáver. No hay que juzgar esta practica como macabra o horripilante, en cuanto la idea de muerte era muy diferente a la nuestra; se podría comparar con nuestro hábito de exponer una foto de vivo en la lapida. Las imágenes siempre han ayudado a los padres a elaborar su luto, tanto el ‘800 como hoy en día.
Preparate a la siguiente secuencia de fotos “post-mortem”: sera un shock! Sigue leyendo! >>