8. ¡Comienza el baile!
Gracias a los éxitos del momento y al alcohol que empieza a fluir en las venas, se manifiesta el irresistible impulso de levantarse y empezar a bailar. Tiempo de calentarse!
Ya es hora de la fiesta! Hay que salir y destrozar la competencia, por eso un par de tragos más no pueden faltar. Hace falta la gasolina para llegar al local a máximas revoluciones, no?