Que nuestra mirada afecte la forma en que otras personas nos ven a nosotros no es nada nuevo. Tenemos la costumbre de juzgarnos entre nosotros sobre la base de nuestra apariencia. Pero la cuestión es:
¿Qué pasaría si nos encontráramos con otras personas sin ver sus caras? Eso es lo que Coca-Cola decidió descubrir.
Su campaña dice que se tardan más o menos 7 segundos en formar una opinión completa sobre alguien basándose solo en su aspecto. Algo que está muy, muy mal si lo piensan. Por eso decidieron actuar y organizar un experimento (que ni hace falta que lo diga; fue un éxito.)
Pusieron a 6 extraños en una habitación a oscuras para hablarse entre si. En primer lugar, hablaron un poco acerca de ellos mismos, entonces trataron simplemente de adivinar la apariencia de los otros. Pero cuando la luz se enciende sucede algo especial: casi todas los preconceptos que los ocupantes de la mesa tenían la una de la otra resultaron ser erróneas.
El vídeo termina con un mensaje que todos debemos llevar con nosotros por el resto de nuestras vidas:
«Las etiquetas están para las latas, no para la gente.»
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