5) Centrifugar
La doble centrífuga es un truco excelente para minimizar el agua residual. Por ello, después de un primer escurrimiento, se deberá proceder a un segundo. Sin embargo se debe tener cuidado, porque esta técnica oculta algunas contraindicaciones. De hecho, no toda la ropa puede ser sometida a un tratamiento tan agresivo, ya que ello podría arruinar la textura de la tela. Una razón adicional y no menos importante, es que la doble centrífuga hace que sea un poco más complicado el planchado. Así que antes de recurrir a este truco, se debe prestar atención a las características de la ropa que vamos a hacer centrifugar dos veces.