Cuando se es tan pequeñas e inocentes como Aubrey, no se conocen los extraños mecanismos de la vida. Pero estamos seguros de que cuando este bebé sea grande, apreciará especialmente el pensamiento especial que su madre y su abuela han tenido para ella.
Un bebé envuelto en una manta de color rosa, los pequeños ojos cerrados y su rostro iluminado con una sonrisa amable… La sonrisa típica que siempre aparece cuando los niños están en la etapa de semi-sueño o el sueño. Una ligera sonrisa que calienta el corazón. Esta es la imagen que muestra la pequeña Aubrey, una niña de solo tres semanas, retratada cerca de un casco y acunada por un par de guantes de moto. No unos guantes cualquiera. Pertenecían al papá de la bebé, quien falleció poco antes de su nacimiento.
Hector Daniel Ferrer Alvarez murió en un trágico accidente en Florida en el mes abril, unas semanas antes de convertirse en padre y ser capaz de apretar en brazos a su pequeña hija. Es a partir de esta toma de conciencia y por voluntad de su abuela y de su madre, que nació la idea de crear una foto que retratase la pequeña entre los objetos que pertenecían al padre fallecido. Una imagen tan fuerte como emblemática que permitiera al recuerdo ser indeleble e infinito, como el amor de un padre por la hija que nunca llegará a conocer.
«Empezó a sonreír tan pronto como puse los guantes de su papá.
Su padre amaba a las motos y siempre llevaba equipo de protección. Él quería asegurarse de estar a salvo. No podía correr riesgos con el bebé a punto de llegar, pero por desgracia no pudo sostenerla en sus brazos. Se dice que cuando los niños sonríen en su sueño, están hablando con los ángeles «.