Déjanos ahorrarte algo de tiempo, energía y angustia. Ya nos agradecerás más tarde…
Cuando tuve las primeras citas con mi novio, es decir el primero del que no estaba avergonzada de hablar a mi psicóloga, me quedé atónita dándome cuenta de lo mucho que no sabía acerca de las citas antes de ese día.
De hecho, había estado muy equivocada sobre el estar soltera.No fué mucha diversión, lo cual es deprimente considerando que no tuve pareja estable hasta los 30 y pico.
Además, fue tanta la suerte en mi búsqueda de aparejamiento que probablemente hay más universos alternos donde aún vivo sola que los donde me he casado.
Me doy cuenta de que mis experiencias pasadas han hecho de mi lo que soy hoy en día, pero todavía me gustaría poder volver atrás en el tiempo y tener una charla fraterna con la pobre, desorientado, «yo más joven».
Podría haber escrito tres novelas, empezar un negocio y caminar todo el sendero de los Apalaches con todo el tiempo y energías perdidos. Es demasiado tarde para mí, pero tal vez tu puedas aprender de lo que me habría gustado saber entonces.
1. Encontrar una pareja es sólo uno de los muchos objetivos que puedes tener a la vez. Hay una diferencia entre hacer de algo una prioridad y tener una obsesión. Nadie quiere ser el capitán Ahab del mundo de las citas.
2. Cuando te gusta un chico y vuestros amigos en común tienen varias anécdotas acerca de él vomitando a propulsión después de haber bebido demasiado, es necesario repensar tu enamoramiento. No te gustó cuando tu ahijado regurgitó sobre ti, y él era solo un niño pequeño.
3. No se trata de conseguir que alguien piense que eres lo suficientemente buena para el. Se trata de encontrar a alguien con quien aguantes pasar una cantidad ridícula de tiempo. Se trata de encontrar la pieza de tu rompecabezas, el Mortadelo de tu Filemón.
4. Trabaja en tu detector de homosexualidad. Te va a hacer la vida mucho más fácil y ahorrar mucho tiempo.
5. A veces, los novios tienen algunos hábitos un poco molestos. Y a veces tienen pequeños comportamientos que indican una total falta de respeto. Si no dejarías a tus amigas hablar de esa forma con el, no te enfades contigo misma.
6. Si estás aburrido más allá de todo límite en el bar local un sábado por la noche, es probable que no vayas a conocer a nadie que mejore tu velada. En lugar de tragar otro cóctel para adormecer el tedio, piensa en otro lugar donde ir el próximo fin de semana, donde puedas realmente disfrutar. Si tus amigos no quieren ir contigo, ves de todos modos.
7. Deja de preocuparte de ser rechazada por potenciales amantes por ser demasiado gorda, demasiado corta, demasiado lo que sea. Es muy posible que habrías tenido que rechazarlos de todas formas por no haber visto Guerra de las Galaxias (la pieza esencial de la cultura pop puede variar). Existen personas que simplemente «no son la más adecuada». Cuanto antes les excluyas de tu vida, más feliz serás.
8. Ves al cine por ti misma. Lo mismo con los museos, parques y conciertos. Cuando eres parte de una pareja, se te olvida el ser libre de seguir todos tus caprichos. Estar soltera significa no tener que renunciar nunca a tus planes.
9. Una primera cita no es una audición de matrimonio. Es simplemente una prueba para una segunda cita. Nadie se ha enamorado nunca al analizar cada detalle de su trascendental primera salida.
10. Si un hombre dice que está demasiado dañado para ti (o demasiado neurótico, o demasiado de cualquier cosa), no lo dudes ni un segundo. Incluso si es su baja autoestima la que habla, no vas a ser capaz de solucionarlo. Y es probable que sólo sea un eufemismo para «simplemente no me apetece».