Todos hemos escuchado historias de amor y romances de las generaciones pasadas. Como puede ser que haya tanta diferencia entre los sentimientos de hace un tiempo, comparados con los mismos sentimientos hoy en día… Hemos hecho una encuesta preguntando a individuos de todas las edades, y aquí están las respuestas que hemos escuchado más: las 10 razones por que las nuevas generaciones no saben amar.
1. Nos preocupamos más de encontrar gratificación instantánea.
La tendencia más común de nuestra generación es nuestra necesidad de gratificación instantánea. Hemos crecido y seguiremos creciendo en una cultura que nos permite el acceso instantáneo a cualquier cosa. Si queremos comida, nos la entregan en pocos momentos. Si estamos aburridos, tenemos un sinfín de distracciones en forma de aplicaciones de telefonía. Si necesitámos direcciones o una respuesta a una pregunta, encontrarla sólo nos quita unos segundos.
El problema de la satisfacción inmediata es que es adictiva y, a menudo se convierte en un hábito, un hábito que tiende a penetrar en nuestras vidas incluyendo la esfera sentimental. El amor no está hecho para ser vivido de vez en cuando, sino en la vida.
2. Hemos construido una cultura que se basa en drogas y alcohol.
Esto va de la mano con la necesidad par parte de nuestra cultura de encontrar la gratificación instantánea. Las drogas y el alcohol son la forma más común de automedicación. Cuando nos sentimos tristes o infelices, salimos a beber. Cuando estamos estresados o incapaces de manejar nuestras vidas, pasamos a sustancias más fuertes. Obviamente, no todo el mundo toma alcohol o drogas, pero es una tendencia, en nuestra generación.
Las drogas y el alcohol a menudo terminan siendo el peor enemigo del amor. Estas sustancias nos dan la ilusión de una realidad alternativa – una realidad en la que se acentúan nuestras emociones, y el amor que experimentamos se hace exponencialmente más intenso.
Por desgracia, todo esto no debe confundirnos, haciéndonos creer que el amor es más que los sentimientos que experimentamos. Nada podría estar más lejos de la verdad.
3. Nos metemos en muchas camas diferentes.
Algunos menos que otros, pero la mayoría de las personas tienen más «parejas» a lo largo de un año. No me malinterpreten, me encanta el sexo, pero acabar en tantas camas diferentes termina dejándonos una sensación de vacío.
Al principio es emocionante y gratificante, pero termina por hacernos sentir aún más solas. Peor aún, encontrar alguien a quien amar es infinitamente más difícil. Se pierde el tiempo con personas que no tienen nada que ver con nosotros y se termina convirtiendo el sexo en deporte.