7) Hidratante para la ducha
Este es un truco de magia que tienen que probar. Después de la ducha, después de haberse enjabonado y enjuagado y la piel aún esté húmeda; masaje por todo el cuerpo el aceite de almendras, haciendo que se mezcle con el agua. Luego séquese con una toalla sin frotar o, si hace calor, al aire libre. Resultará ser muy suave, desde las primeras aplicaciones.