Una vez más, las novedades de las casas de diseño de lujo crean revuelo en la web. En este caso, Farfetch, una tienda online de origen portugués, especalizada en artículos de moda nuevos y usados, ha creado revuelo en la web al poner a la venta un bolso de la prestigiosa marca Louis Vouitton. La controversia se generó, porque se trata de un artículo de segunda mano con agujeros que se vende a un precio de 8991 euros. El artículo fue creado por Louis Vuitton en colaboración con Comme Des Garçons.
La ‘Totebag’ de la discordia
El extravagante artículo tiene enormes agujeros que, en realidad, no son producto del uso, sino que son parte del diseño que creó Rei Kawakubo hace seis años, para la colección Iconoclasts de Louis Vuitton. La pieza incluye una bolsa secreta extraíble que tiene como objetivo mantener las pertenencias seguras.
Farfetch, tiene en su página web una detallada descripción para este accesorio:
«Considere que esta pieza tiene una vida anterior y puede contar su historia a través de las pequeñas imperfecciones. Si usted compra este artículo, tiene la posibilidad de continuar con su narrativa, por lo que puede estar seguro de que está tomando una decisión positivamente consciente para el planeta».
Louis Vuitton, amada y odiada en las redes
Las redes sociales estallaron al enterarse el elevado precio de este bolso, con severas críticas de los usuarios que lo denominaron como “sueño de carterista”.
En septiembre, Louis Vuitton también fue criticada por lanzar su máscaras protectoras de lujo, para cuidarse del coronavirus. Es una careta transparente que se sujeta de la cabeza mediante una correa elástica, con el monograma de la firma. Se trata de un artículo incluído en la colección Cruise 2021 y está a la venta desde el 30 de octubre, por la módica cifra de 961 dólares.
En fin, en la historia del mundo de la moda, Vuitton es un auténtico emblema. En un planeta exigido para la sobrevivencia, ¿habrá usuarios intrépidos que compren bolsos y caretas de tan alto precio? ¿Será este el precio de la elegancia? Bien dice el dicho popular “el que quiere celeste, que le cueste”.