El bicarbonato de sodio
Aquí hay otro «siempre verde» conocido por todos, o al menos por los que se encargan de la limpieza de la casa. El bicarbonato de sodio, fácilmente disponible y, sobre todo, económico. Basta con crear una solución de agua caliente y bicarbonato de soda y verterla en una botella de spray. Esta es una gran preparación a rociar en cualquier superficie; sobre todo el acero: hará que sea brillante y desinfectado, evitando también la formación de manchas de agua antiestéticas. Será suficiente verter, dejar actuar unos minutos, enjuagar con un paño limpio, y listos.
La ventaja de utilizar este tipo de productos no es sólo tener un buen resultado, gastando poco, sino también el de hacer que la limpieza de la casa sea más ecológica y respetuosa del medio ambiente.
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