2) No solo los cargadores
El mismo concepto se puede aplicar para los aparatos que quedan en modo espera (o Stand by). No todo el mundo sabe que la pequeña lucecita que queda encendida esconde un nuevo aumento de la factura de electricidad. Por ejemplo, si se queda en modo espera el viejo reproductor de video con tecnología VHS, o incluso el nuevo decodificador para la televisión digital, también pueden pasar 200/300 euros más cada año. Incluso los televisores que no se han apagado por completo pueden causar algunos problemas menores, aunque en este caso el precio es de 60/70 euros al año. También el teléfono inalámbrico dejado medio encendido tiene a un precio alrededor de 50 euros al año.