1) El proceso
En un recipiente de plástico de tamaño medio, vierta el bicarbonato de sodio, eliminando los grumos, y luego agregue el jugo de limón y el vinagre de vino blanco. Mezcle todo con la ayuda de un tenedor o una cuchara, para que los ingredientes se puedan ser presionados y comprimidos. Ahora es el momento de añadir el peróxido de hidrógeno, poco a poco para evitar posibles reacciones químicas. El último paso es la adición del aceite esencial de árbol de té, una sustancia que actúa como desinfectante y antimicrobiano natural. El producto obtenido se puede poner en un molde, en el que se tendrá que dejar que se seque hasta quedar compacto.
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