7) Lustrar los objetos de plata
Desafío a cualquiera a decir que lustrar la platería es una tarea interesante. No digamos cosas que no son: volver a hacer que nuestros candelabros, cubiertos y cuchillos brillen es un enorme trabajo que nos ahorraríamos con mucho placer. Sin embargo, si no podemos evitarnos este castigo, podemos usar un poco de astucia: frotamos los cubiertos con una cáscara de banana, dejamos que actúe durante algunos segundos, luego enjuagamos y nuestros cubiertos volverán a brillar sin problemas.