5) Rolls-Royce Phantom
Nueva, brillante Rolls-Royce de 2015. Parece que Trump adora conducir el cómodo y carismático sedán de lujo. A pesar de ser su coche de representación en ocasiones oficiales, parece que el presidente adora conducirlo él mismo cada vez que tiene la posibilidad. El Phantom, fuera de producción dentro de unos meses, tiene un precio de entrada de 500.000 dólares. Es difícil creer que, entre opciones y personalizaciones, a Trump no le haya costado por lo menos el doble.