1) Agua caliente y vinagre blanco
No solo los fogones bien limpios se verán más hermosos, sino que continuarán funcionando bien. De hecho, la suciedad que se deposita en su superficie podría obstruirlos y no permitir que el gas escape adecuadamente. Para tenerlos siempre brillantes y funcionales, solo haz lo siguiente una vez a la semana. Así pues, después de retirar todas las piezas de la cocina, sumérgelas en agua muy caliente y vinagre blanco durante aproximadamente 15 minutos. Al final, seque bien con un paño y proceda a raspar los agujeros de los fogones, usando un palillo de dientes. Para asegurarse de haberlos limpiado realmente bien, será suficiente con remontarlos y ver cómo el fuego se propaga desde los fogones.