Cada vez que llegamos al supermercado, frente a la sección de los huevos, surge una pregunta: ¿debemos guardarlos en la nevera o no? Los huevos que se encuentran en los supermercados se exponen fuera del refrigerador, para evitar, sobre todo en verano, los cambios de temperatura demasiado elevados que podrían romper la cáscara. Esta forma de hacer las cosas es habitual, sobre todo en Europa y, por tanto, también en España. Mientras que en Estados Unidos es mucho más común encontrar huevos en la nevera.
Entonces, ¿cuál es la mejor manera de conservarlos para preservar la calidad del producto?
La importancia del tipo de agricultura
Entre Estados Unidos y Europa hay algunas diferencias, sobre todo en el tipo de agricultura. En España, se prefieren las gallinas criadas en libertad porque pueden moverse libremente en un espacio bastante amplio. En Estados Unidos, sin embargo, estas aves se crían en granjas intensivas donde viven en áreas mucho más pequeñas. De ahí la necesidad de que los estadounidenses mantengan sus huevos refrigerados. Esto se debe a que la salmonela, la bacteria más común que puede infectar los huevos, puede infectar a la gallina ponedora directamente o puede transmitirse a través de las heces de una gallina infectada por contacto. Debido a la excesiva proximidad de las aves en las explotaciones intensivas, los huevos son, por tanto, mucho más susceptibles de ser infectados.
Entonces, ¿debemos guardar los huevos en la nevera? Aquí está la respuesta
Hay algunos alimentos que es mejor no guardar en la nevera, ¿son los huevos uno de ellos? Se lo explicaremos. Para evitar el riesgo de salmonela en Estados Unidos, los granjeros se ven obligados a someter sus huevos a una «ducha desinfectante», que también puede tener contraindicaciones. Si el desinfectante no consigue eliminar las bacterias, el ambiente húmedo favorece la proliferación de la salmonela y también aumenta el riesgo de que la cáscara falle. Por lo tanto, para que los huevos sean menos vulnerables, se enfrían inmediatamente. Esto es un mandato de las autoridades sanitarias estadounidenses. Desde el momento en que se enfría, el huevo debe mantenerse a esta temperatura hasta su consumo: una vez sacado del refrigerador, un huevo debe consumirse en un plazo máximo de dos horas. En general, tanto en España como en el extranjero, los huevos pueden conservarse en el refrigerador o no, siempre que no estén expuestos a grandes cambios de temperatura, ya que son estas diferencias de temperatura las que deterioran los huevos y los hacen potencialmente dañinos.