Tacones altos: la infaltable historia de amor-odio de toda mujer. Nos encantan porque nos hacen ver sexy, adelgazan nuestras piernas y realzan nuestros atuendos. Los odiamos porque, objetivamente, son un verdadero instrumento de tortura: dolor de pies, dificultad para caminar… Admitámoslo, al menos una vez en la vida todos nos hemos encontrado descalzas en la calle con un par de hermosos tacones en las manos.
Algunos trucos
Veladas y trajes elegantes aparte, hay quienes se ven obligados a llevarlos por su trabajo: ¿cómo se puede soportar un dolor tan molesto durante al menos 8 horas?
Hay una serie de trucos, algunos de los cuales seguro que ya conoces. Algunas personas recomiendan comprar plantillas ergonómicas de gel, para aplicarlas precisamente en la parte donde el pie se apoya y descarga todo su peso corporal. De hecho, la consistencia gomosa de la plantilla debería ayudar a amortiguar el pie y, como resultado, deberíamos sentir menos dolor.
Algunas personas recomiendan llevar los tacones dentro de casa con un par de calcetines gruesos y calentarlos con un secador de pelo: el calor prolongado ayuda a que la piel de los zapatos se ablande y se estire gracias al grosor del calcetín. Otros recomiendan meter los tacones en el congelador (sí, has leído bien: ¡en el congelador!) con bolsas de agua dentro: el agua, una vez congelada, aumentará de volumen y agrandará los zapatos.
Los consejos de las modelos
Pero, ¿quién mejor que las modelos para darnos un consejo válido y realmente útil para soportar la incomodidad de llevar tacones altos durante mucho tiempo? Según las experiencias de algunos de ellos, el tercer y el cuarto dedo del pie deben estar unidos con cinta médica. Precisamente por esta zona del pie pasa un nervio que se tensa cada vez que llevamos tacones: atando estos dos dedos, podemos evitar que se estiren y, por tanto, ¡evitar que se sienta el clásico dolor!