La autoestima es un factor que muy a menudo se subestima, pero se construye a una edad temprana, por lo que tenemos que prestar atención a ayudar a los niños a construirla. Se pueden dar unos pequeños pasos para crear no solamente un fuerte vínculo con los padres, sino también una fuerte autoestima que permita al niño abrirse camino en el mundo.
Cultivar el vínculo con los padres es sin duda uno de los puntos clave, aunque hay otros elementos a tener en cuenta cuando se habla de autoestima. Sin duda, es importante saber qué decir y qué evitar, para no mortificar al niño y favorecer su desarrollo. En esta perspectiva, ponderar las palabras será muy importante, así como las acciones y reacciones hacia los niños, incluso si se equivocan.
Por tanto, tratemos de entender qué se puede y qué no se puede hacer para aumentar la autoestima de nuestros hijos.
¿Cuándo se desarrolla la autoestima y qué es?
La autoestima se forma durante la infancia y es un concepto muy delicado que concierne a los niños, pero que también puede repercutir en los adultos. Muy a menudo nos enfrentamos a situaciones en las que la respuesta más fácil es decir «tiene baja autoestima». Sin embargo, hay que entender por qué se llegó a esa situación.
En el perfil de Instagram de @informed_parent vemos una definición muy sencilla de autoestima, que es: el juicio que tengo de mí mismo. Pero, ¿cómo podemos aumentar la autoestima de nuestros hijos?
Qué hacer para mejorar la autoestima de su hijo
Es necesario que el niño entienda que siempre tiene a alguien cerca dispuesto a ayudarle en sus momentos de necesidad y, sobre todo, que no se subestiman los retos a los que se enfrenta a diario. La Dra. Elena Simonetta, psicóloga y psicoterapeuta, explica cómo los distintos componentes de la esfera relacional del niño, como los abuelos, los padres, pero también los profesores, deben ayudarle a crecer psicológicamente. Es importante no hacer las cosas por el niño, sino ayudarle y hacerle entender que estamos ahí y que queremos apoyarle. Comprender las dificultades del niño, escucharle y hacerle saber que puede salir adelante son tres puntos fundamentales que ayudan a construir y reforzar su autoestima.
Qué no hacer y qué mejorar en la relación con sus hijos
También es fundamental dejar claro que te interesa lo que hace tu hijo. Hay que estimularles para que hagan más y más, pero sin juzgarles. El objetivo es hacer que el niño se sienta a gusto y crear un ambiente confortable.
Por el contrario, una actitud crítica, sobre todo si es negativa, podría repercutir negativamente en la autoestima del niño, si se enfatiza con palabras como «feo» o «equivocado». Corregir, por tanto, es correcto, pero debe hacerse de tal manera que no juzguemos las acciones del niño, sino que simplemente señalemos el error.
Tampoco hay que empujar al niño hacia expectativas o metas demasiado altas en relación con sus capacidades, ya que esto podría provocar un sentimiento de inadecuación y el consiguiente miedo a decepcionar a los padres. Por lo tanto, es importante respetar su tiempo.