8. Pintar la casa de blanco sin dejar rastros
Este es otro consejo realmente pequeño y muy simple pero que debe decirse porque, sino lo sabes, tus sesiones como pintor estarán coronadas por muchos exclamaciones del tipo «¡oh, no!»y con maldiciones varias. Puedes resolver el problema de esta manera muy simple: equípate con una banda elástica plana y ancha y colócala en el medio del tarro, como si fuera un lazo. Esto te ayudará a hacer gotear el pincel cada vez que lo sumerjas en la pintura. ¡Limpio, rápido, sin sorpresas!