8) El corrector no es solo de color carne
Sin duda, el más conocido de los correctores es el clásico de color beige, carne, que se adapta al tono de la piel; pero uno debe saber que existen otros correctores, de los cuales uno puede obtener aún más beneficios. En el mercado puedes encontrar correctores de colores, que funcionan teniendo simplemente en cuenta la paleta de colores. Es decir, dependiendo del color que tengamos que cubrir, usaremos el color complementario.
Por ejemplo, un grano rojo tendrá que cubrirse con un corrector verde, las ojeras de color púrpura con un color amarillo, mientras que las manchas oscuras se aligerarán con un corrector que se aproxime al color blanco. En este caso, todo se cubrirá luego con la base, aplicando un toque encima para no quitar el color de abajo.