6) ¿Has viajado en avión el año pasado?
Partimos de la presuposición de que en todos los recipientes, de cualquier producto, se muestra la fecha de caducidad y por norma general la de las cremas solares ronda a los doce meses. Pero justamente este producto, a diferencia de los demás se ve expuesto a elevadas temperaturas y fuertes cambios de presión (las que se dan en los viajes en avión); estos son factores de riesgo ya que ayudan a la proliferación de bacterias y microorganismos potencialmente dañinos.