1) Atención a la piel del rostro
Estas zonas del cuerpo están más expuestas durante el periodo invernal (ya que el resto del cuerpo tiende a estar cubierto) a las inclemencias del tiempo, por lo que son las partes del cuerpo que sufren más tiempo de exposición al frío. Además, al no contar con glándulas sebáceas, estas zonas tienden a deshidratarse y a desescamarse con mayor facilidad.
En efecto, la zona del rostro más protegida de estos factores es la famosa zona T (frente, nariz y mentón), ya que la mayor concentración de grasa de esa área le brinda una mayor protección. En contraposición, el área de las mejillas y cercana al cuello y orejas posee una piel mucho más fina que tiende a deshidratase y a secarse. Por ello debemos hidratar esta área, junto con el cuello y las manos, usando en lo posible cremas altamente nutrientes.