2) ¡No te olvides de las manos!
Especialmente en relación a las manos, es útil evitar los jabones y las toallitas desinfectantes. Lo mejor es elegir jabones con componentes humectantes, neutros y no abrasivos, y aplicar a las manos, fundamentalmente antes de meterse en la cama, una buena crema.
Por otro lado, la disminución de radiación solar en invierno puede resultar un arma de doble filo, ya que tendemos a bajar la guardia, pero, aunque esté nublado o llueva, la piel continua recibiéndola. Por este motivo, aún en esta época del año, para proteger estas áreas de los rayos solares dañinos, es aconsejable usar cremas que posean al menos un filtro de protección 15. El método de aplicación es el mismo que en el verano: se debe aplicar el filtro unos 30 minutos antes de salir al sol, repitiendo la operación si se pasan muchas horas al aire libre.