Michelle Thomas es una blogger de 30 años que vive en Londres, y es una chica (hermosa) con el pelo rojo y un cuerpo con curvas. No, no está «gorda». Sin embargo, a ella también le ha pasado de ser rechazada por no ser lo bastante «flaca». En Tinder, el sitio de citas, conoció a un hombre. Se conocieron, cenaron en un pub, hablaron mucho y hasta se dieron un beso en el momento de volver a casa. Michelle, de todas formas, no se había hecho ninguna idea. Pero ese hombre, aun sin que nadie se lo preguntara, decidió él mismo explicar que entre ellos no podría nacer nada, si no una amistad.
El mensaje que recibió Michelle de un usuario de Tinder
«Hey Michelle, lo siento, he estado muy ocupado en el trabajo hoy. Gracias por la maravillosa noche de ayer. He disfrutado mucho. Eres descarada y divertida: justo el tipo de chica con quien me gusta salir, si sólo mi cuerpo y mente me lo permitieran. Pero no creo que va a pasar. No te quiero engañar: creo que tú eres la chica más hermosa que he conocido. Pero mi mente está en busca de una mujer más delgada.
Soy superficial? No lo creo. Es la misma reacción que se tiene cuando se lee un libro de un gran autor o se ve un cuadro increíble o se escucha una canción que te apasiona, se tiene una reacción instantánea que te hace querer más y más de esa cosa. Es lo mismo para mí: estoy completamente atrapado por tu mente, tu rostro y tu personalidad, pero no puedo decir lo mismo de tu cuerpo.
Así que podría ir y coquetear contigo y pasar una noche muy divertida, pero tengo la sensación de que cuando nos desnudaremos mi cuerpo no seguirá a mi mente y no me excitaré, y no quiero que esto suceda. Todavía podemos ser amigos, podemos bromear y querernos unos a otros. Me casaría contigo si fueras más delgada porque tienes algo en tu mente que es completamente único y me gusta mucho. Lo que estoy tratando de decir es que yo quiero tratar de evitar un dolor futuro diciéndolo todo ahora. Yo soy un hombre, con todas las pasiones al rojo vivo y los defectos de un hombre y sé lo que mi cuerpo necesita.
No te estoy llamando gorda. Intenta perdonarme. Te adoro.»
La reacción de Michelle al mensaje de Tinder
Pero, después de un día de llanto, no porque se había perdido la oportunidad de estar con un hombre así, sino por la crueldad de esas palabras, Michelle decidió contestarle. Y de publicar la carta en su blog, que rápidamente se convirtió en viral.
«Querido hombre conocido en Tinder, todos tenemos un buen amigo al que miramos con tristeza y pensamos: «Eres hermoso, pero no me atraes.» Lo que no está bien es el hecho de que usted tuvo el coraje de escribir, después de unas horas en mi compañia, un mensaje totalmente inadecuado. Nada menos que sádico. El tono es condescendiente y meloso, pero la «cientificidad» con la que expresas tu disgusto para mi cuerpo es realmente grotesco. Tu único objetivo era hacerme daño.
Y, me da vergüenza decirlo, por un momento lo estabas consiguiendo. Se estaba despertando el temor que todas las mujeres tenemos – no importa lo muy divertida, inteligente, apasionada, leal, aventurera, determinada que puedes ser -: si estás sobrepeso, nadie te va a encontrar deseable.
Yo me gusto. No me parezco a Charlize Theron, vale – (estoy seguro de que me gustaría Charlize Theron, nunca la he conocido pero he oído cosas buenas sobre ella). Me parezco a mí misma, y me gusto.
Me gusta pensar que soy una mujer confiada y feliz. ¿Podría ser esta la verdadera razón por la que me has atacado? ¿Me has visto y has pensado, «tiene una muy alta opinión de sí misma, necesita un golpe»? Aún me lo pregunto.
Le mostré el mensaje a mis amigos que han expresado shock, horror, vergüenza ajena hacia ti, además del deseo de pegarte. Yo ya sé que estoy sobrepeso. Te puedo decir exactamente cuánto: cerca de 10 kilos. Ya he perdido casi 7, y estoy feliz por eso. Me desharé de ellos de manera segura y saludable. ¿Esto significa que por ahora no puedo amar y disfrutar de mi cuerpo? Ni en broma.
No voy a verte y no hablaré contigo nunca más (tal vez sientes la necesidad de responder a este blog. Por favor, no lo hagas. No hay nada que puedas decir que me haga pensar que no eres una vergüenza para tu género).
Lo que realmente me preocupa, la verdadera razón por la que estoy respondiendo de esta manera, públicamente, es el hecho de que tienes una hija de 13 años. Quiero animar a tu hija a amar, disfrutar y cuidar de su cuerpo. Pertenece a ella y sólo a ella. Alaba su intelecto y creatividad. Empujala a ser ella misma sin miedo. Dale las herramientas para desarrollar una autoestima a prueba de bomba de modo que si vendrá un pequeño hombre que hará infelizmente algún intento a disminuirla, ella podrá responder como lo hice yo hoy.
PD: no mides 1,80 ni en broma «.