4. El interior.
El Lotus es considerado un muy buen coche, pero con un pequeño, pero fundamental, defecto: la dureza de los asientos. Incluso nuestro Johanz estaba cansado y decidió cambiar no sólo la parte mecánica, sino también el interior. Debe de haber disfrutado del destripamiento de su pequeña, eliminando el volante, el salpicadero, el tablero de instrumentos, los pedales, etc.. (CONTINUA EN LA PAGINA 8)