El problema de las garrapatas, muy común en los animales domésticos, no concierne sólo a nuestros amigos de cuatro patas. Estos pequeños insectos no desprecian la sangre de los seres humanos, y en algunos casos, pueden pasar de un huésped animal a nosotros, como nueva reserva de “alimento”.
Tener una garrapata podría resultar dañino para hombres y mujeres provocando, en algunos casos, serios daños en el organismo. Como artrópodos, las garrapatas son capaces de contener bacterias microscópicas capaces de causar molestas infecciones. Entre éstas, es particularmente peligrosa la Borrelia, causante de una enfermedad llamada borreliosis, conocida también como “enfermedad de Lyme”. En los casos más graves, esta patología puede tener consecuencias muy serias sobre el organismo, llegando incluso a causar artritis crónica, meningitis y pérdidas de memoria.
Por este motivo, al darte cuenta de haber sido atacado por una garrapata, es importante no dejarse llevar por el pánico y proceder enseguida a la retirada del insecto, antes de que la infección se expanda.
Eliminar una garrapata puede ser más difícil de lo previsto y no hay que sobrevalorar su retirada, por lo tanto es importante seguir con atención algunos delicados procedimientos que permiten completar la operación sin riesgos.
Descubramos 3 útiles recomendaciones para hacerlo de manera segura y eficaz.