9. Extraer las malezas sin dificultad
Si no tienes otros medios a tu disposición, además de tus propias manos, con un poco de paciencia siempre es posible arrancar las malas hierbas del suelo después de una lluvia o de un riego. Cuando el suelo está mojado, de hecho, las hierbas pequeñas se ablandan y son más fáciles de extirpar. ¡Obviamente, usa un par de guantes para que no tengas que sacarte luego la tierra de debajo de las uñas!