3. Sumerja una toalla en un recipiente lleno de agua hervida y, teniendo cuidado de no quemarse demasiado, aplícalo sobre la zona afectada
Déjalo reposar durante unos 8 minutos. Los poros se abrirán debido al calor. Con un simple jabón neutro y agua caliente, lávate normalmente la cara pero para enjuagar utiliza agua fría, que tiene la propriedad de cerrar los poros. Frota la zona con alcohol durante otros 6 minutos y luego enjuaga con agua tibia. Estos son los consejos «caseros», y obviamente le recomendamos una sesión con un profesional. También sería «obligatorio», al final de cualquiera de los métodos indicados, el uso de una mascarilla para cerrar los poros, que si se quedan abiertos dejaran espacio para la formación de otros puntos negros como así también el uso de un protector solar para evitar irritaciones.