Hay quienes dicen que los gatos no son buenos como los perros. Que son egoistas, malos, traicioneros, interesados… ¡Cuántas calumnias!
Los que amamos y adoramos a los felinos estamos fascinados con su personalidad intrigante, muy parecida a la de las personas. No son seres tan simples como los perros, hay que saber comprenderlos, lo cual no es fácil visto que (todavía) no han aprendido a hablar.
¿Cómo se hace para llevarse bien con el propio gato? ¿Cómo saber si quiere compañía o prefiere estar solo? ¿Está jugando o está enojado? La respuesta a todas estas preguntas la obtendrás observando un punto en particular: la cola.
Esta extremidad no sólo sirve para cuestiones de equilibrio de estos ágiles animalitos, sino que tamibén es una de sus partes más expresivas.
Veamos cuáles son los sentimientos felinos más fáciles de reconocer a partir de la cola de un gato: