2) Hierbas y Limón
Incluso el orégano y la bahía se pueden incluir entre los elementos de disuasión menos costosos y más útiles contra las hormigas: en este caso, como antes, su olor es agradable a nuestro sentido del olfato, aunque representa una perturbación no indiferente para los insectos. Con el jugo de limón, entre otras cosas, se pueden limpiar las superficies como las ventanas y el suelo de la entrada, donde se concentran las hormigas.
Aún así, vale la pena tener en cuenta todos aquellos productos que pueden actuar como barreras naturales: es el caso de bicarbonato de sodio, por ejemplo, o también de la canela o pimienta de cayena. Verdaderas paredes en miniatura también se pueden hacer con yeso, polvo de talco o polvo de detergente.
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