Si la forma en que Jennifer Aniston ha sido manejada por los medios de comunicación nos ha enseñado algo, es que la sociedad simplemente no puede aceptar a una mujer que es exitosa y feliz y no es una madre. Y es una mentira. Esta es una presión que no existe para los hombres. Es injusto, es arcaico, y envía todos los mensajes equivocados a nuestras hijas.
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