La Reina es siempre la Reina y después de descubrir su código secreto, aquí viene una nueva curiosidad, esta vez en la mesa. De hecho, cuando Isabel termina de comer, los otros comensales tienen que dejar los cubiertos, incluso si acaban de comenzar a disfrutar lo que tienen en el plato. Esta regla que se aplica en el palacio no excluye a nadie y no tiene cuenta de los estómagos que se retuercen por el hambre. El articulo continua en la pagina siguiente >>
