2) Cómo hacer
Y bien, entonces, para recrear un ambiente agradable y tranquilo en casa, y no solo para perfumar las habitaciones, no existe nada mejor que las hojas de laurel quemadas: basta tomar cinco o seis hojas, romperlas con las manos y dejarlas caer en un brasero. Luego se puede encender la llama: es necesario elegir un brasero apropiado, capaz de soportar el calor de las llamas (un candelabro o un brasero de incienso será más que adecuado).