1) Blanquear la porcelana
Para blanquear las baldosas de porcelana a veces basta con lavarlas simplemente con agua muy caliente. Si la suciedad resultara ser particularmente resistente, se puede preparar una mezcla compuesta de tres partes de agua templada y una de vinagre blanco. Mojad bien la superficie con esta mezcla, esparciéndola con la ayuda de un trapo de algodón, y lo dejáis actuar durante quince minutos antes de aclararlo con agua limpia fría. Si hay manchas aceitosas, es mejor sustituir el vinagre por alcohol desnaturalizado manteniendo las mismas proporciones de antes pero con agua fría. Sumergid el trapo de algodón en esta mezcla, y frotadlo bien sobre la superficie a blanquear insistiendo especialmente en las manchas a eliminar.