3) Los resultados
El efecto abrasivo del bicarbonato eliminará la capa opaca superficial, mientras que su poder antiséptico servirá para desinfectar de la mejor manera la superficie.
Sucesivamente, limpiad las baldosas con una mezcla de agua fría limpia y el jugo de un limón entero. Así vuestras baldosas volverán a brillar como cuando eran nuevas. Se trata de una operación sencilla que requiere un poco de tiempo y paciencia a disposición, pero que da unos óptimos resultados, de forma económica, natural, y sobretodo duradera.
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