No desperdiciar. Esta es la regla que muchas familias utilizan hoy en día no solamente para ahorrar en comida, sino también para dar sentido a la educación de los niños para que crezcan sabiendo que el desperdicio no es el estilo de vida correcto y que realmente, con muy poca astucia, se puede ahorrar dinero y contener los gastos.
Desgraciadamente, no es el caso de todos, porque se sigue tirando demasiada comida a la basura: parece que cada español tira 600 euros de comida a la basura cada año.
Esto es claramente demasiado, si tenemos en cuenta lo mucho que la crisis está afectando a las familias de todo el mundo. Mientras que, por un lado, no tirar las sobras es una práctica respetuosa, por otro, hay que prestar atención a cuánto se calientan los platos ya cocinados.
A partir de la lista de la agencia pública de alimentación del Reino Unido, la Food Standards Agency, aquí te presentamos una pequeña guía práctica para comer correctamente las sobras en la cocina y, sobre todo, para saber cómo guardar y recalentar las sobras de comida.
Descubramos qué alimentos se pueden recalentar (sobre todo en el microondas) y cuáles no:
1) Sobras de pollo
Ten cuidado porque no puedes comerlo recalentado… ¿Y sabes por qué? Porque las proteínas que componen su carne blanca cambian de composición y se degradan, lo que puede causar problemas digestivos. En este punto, lo mejor es disfrutarlo en una sabrosa ensalada fría. Con la adición de un poco de mayonesa y algunas verduras frescas, la ensalada de pollo es un plato que puede ser disfrutado como aperitivo o como plato principal por toda la familia.
2) Carnes cocidas
En realidad, aparte del pollo, sería bueno no calentar ningún tipo de carne cocida; sobre todo las carnes blancas (de otras aves o de cerdo), los asados, los guisos y las hamburguesas. Por lo tanto, es importante seguir evitando el desperdicio, pero si le sobra algo de una comida, es esencial que lo almacene adecuadamente. Esto significa que la carne debe enfriarse, colocarse en el refrigerador bien cerrada en un recipiente o envuelta en film transparente y consumirse al día siguiente. Si realmente quieres recalentarlo, es mejor evitar el microondas y utilizar una sartén, que te dará la oportunidad de girar el plato a menudo y asegurar que se caliente de manera mucho más uniforme.
3) Apio
El apio, por su olor y aroma fresco, es imprescindible en sopas, caldos y ensaladas. Si está crudo, no hay problema, es más, es un precioso aliado incluso en las dietas hipocalóricas; en el caso de las sopas, caldos y cremas se calienta, por lo que es mejor comerlo inmediatamente y no recalentarlo después. Esto se debe siempre a los nitritos, que se concentran en las verduras de hoja verde después de la cocción.
4) Huevos
¡Preste atención a las altas temperaturas para los huevos también! Si calientas los huevos, ¡evita volver a calentarlos porque pueden ser muy tóxicos! ¿Sobra un huevo cocido? Entonces aprovecha para disfrutarlo frío, siempre en una ensalada con tomate o lechuga. Así que ten cuidado con la forma de calentar la comida. Algunos consejos: para calentar los platos, no debemos superar una temperatura de 70° C.
5) Remolacha
Y aquí también… máxima atención. Estamos hablando de una hortaliza que es muy buena para la salud, que aporta valiosas sales minerales y vitaminas, pero que al calentarla también puede liberar peligrosos nitritos. Si te sobra remolacha, una manera segura de consumirla es preparar una ensalada con rúcula, rábanos y aceite de oliva virgen extra como aderezo.
6) Espinacas
Las espinacas contienen naturalmente nitratos que, cuando se someten a altas temperaturas, se convierten en nitritos, compuestos químicos poco saludables. La Agencia de Normas Alimentarias lo había incluido en la lista de alimentos prohibidos para volver a calentar. De hecho, tras nuevas investigaciones, la teoría se ha retractado en parte prohibiendo que se calienten en el microondas. Si quieres saltearlos una vez cocidos, es mejor hacerlo durante unos minutos, para que la temperatura no supere los 70 grados.
7) Papas
Las papas no deben calentarse porque pueden ser tóxicas para el organismo. Sin embargo, incluso en su caso, más que el hecho de calentarlas en sí, los problemas se deben principalmente a un almacenamiento incorrecto. Las papas tienden a retener el calor durante mucho tiempo, por lo que mucha gente las guarda a temperatura ambiente. Cualquier alimento cocinado debe guardarse siempre en el refrigerador cerrado de forma que no se contamine con el aire y otros alimentos. En este momento, intentamos «reciclarlos» como puré o en ensaladas. En este último caso, con un poco de aceite de oliva virgen extra y unas gotas de vinagre balsámico, ¡están realmente deliciosos!
8) Leche materna
Cuando hay un recién nacido en casa, guardar la leche materna en el congelador para las tomas nocturnas o para que la nueva madre tenga unas horas de relax es ciertamente conveniente. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado para descongelar y calentarlo. La leche debe descongelarse lentamente a temperatura ambiente y luego calentarse en una caldera doble a 35 grados en agua caliente, pero no hirviendo. Los hornos de microondas deben evitarse a toda costa porque las altas temperaturas dañan los nutrientes esenciales de la leche materna. Además, el calentamiento puede no ser uniforme, creando «puntos calientes» en la leche, que son extremadamente peligrosos para el bebé.
9) Alimentos con cáscara
Los pimientos, las guindillas, los huevos enteros y todos aquellos alimentos que tengan cáscara nunca deben ser introducidos en el microondas enteros. Esto se debe a que las ondas que irradian el alimento actúan sobre las moléculas de agua contenidas en el interior del plato. Las moléculas de agua sobrecalentadas se transforman en vapor que, si se ven obligadas a permanecer en un espacio cerrado por una cáscara, podrían hacer explotar la verdura, el huevo o el vegetal en cuestión.
10) Salsas
Es mejor no calentar las salsas de tomate, carne o pescado en el microondas, tanto por los problemas relacionados con el deterioro de las proteínas que pueden encontrarse en los ingredientes de origen animal, como por el hecho de que la exposición a una radiación excesivamente caliente podría hacer que la salsa salpicara las paredes del microondas. Lo ideal es calentarlo en una caldera doble o en una sartén, pero si tiene prisa, asegúrese de utilizar un programa de microondas adecuado, a baja temperatura y durante el tiempo necesario solo para descongelar y recalentar, colocándolo antes en un recipiente cerrado adecuado.