2) El famosísimo «countouring»
Una de las reglas que a estas alturas ha de quedar clara es que cada producto se tiene que sombrear. El error común de los sombreados amplios no se limita a la aplicación de la línea de ojos, sino también a otras zonas del rostro. Para crear una doble piel con la base es fundamental arrastrar el color desde el interior hacia el exterior. Para un contouring de expertas, cada linea de producto, como por ejemplo el blush, tendrá que esparcirse dulcemente hacia el exterior con la ayuda de un pincel. De esta manera se resaltará el surco del pómulo. Un feo ejemplo de contouring a la italiana es este de Bianca Balti en el que la base cubre todo el surco sin fundirse con el pómulo.