El delineador de ojos es, posiblemente, uno de los elementos de maquillaje más complicados de aplicar, pero al mismo tiempo uno de los más fundamentales. La aplicación correcta es fundamental para que no nos salga el tiro por la culata y en lugar de embellecernos, termine por convertirnos en un panda.
Los errores en la aplicación del delineador de ojos pueden ser de lo más diversos. Muchas veces aplicamos demasiado, en lugares innecesarios o de un modo que no favorece la forma natural de nuestros ojos. Queriendo copiar métodos que quedan bien a otras personas, podríamos estar perjudicando nuestros rasgos.