5) Dividir el presupuesto
Aquí está la parte clave; ¿usted tiene un cierto presupuesto, que se ha impuesto de no superar? Será importante asignar al menos un tercio del total a la compra de adornos y decoraciones, o incluso a pequeños trabajos de sastrería para mejorar y personalizar su vestido. ¿Alguna vez han pensado que no es necesario llevar las cosas tal y como las han comprado. Tal vez encuentran un color que es encantador, pero «viste mal» sobre su cuerpo? Llévenselo a una costurera y pidan que se lo arreglen en los puntos críticos. En la próxima fiesta, parecerá un vestido de boutique.