Un remedio natural contra los malos olores
Un posible remedio natural contra los malos olores de los tubos implica el uso de un vaso de agua, un vaso de vinagre de vino blanco y cinco cucharadas de bicarbonato de sodio. Lo primero que necesita hacer es verter el vinagre y el agua en una cacerola y llevar la mezcla a ebullición.
Mientras tanto, en los tubos a ser tratados deben verterse cinco cucharadas de bicarbonato de sodio, asegurándose de que todo el producto caiga dentro. El momento en que la solución de vinagre y agua empieza a hervir, se saca del fuego y se vierte en las tuberías. Se puede observar de inmediato que la mezcla provoca una reacción que produce espuma: así, gracias a esta disposición se elimina todo el revestimiento interior, las paredes se desengrasan y el olor desaparece.
Una vez que este proceso de esterilización se haya completado, no hay nada que hacer más que cerrar el drenaje y dejar que todo el acto dure unos treinta minutos (si tienes la oportunidad, incluso más tiempo, o incluso una día completo).