7) Limpiar las hojas
Puede parecer una obviedad, pero las orquídeas son plantas delicadas y necesitan de cuidados a 360 grados. Un detalle particular que no todos saben, es que es necesario limpiar las hojas con un paño humedecido en agua destilada y un poco de vinagre o limón. Los más puristas lo hacen con pedazos de algodón embebidos en leche y agua.