Shannon había dejado de cultivar la esperanza de encontrar a la persona especial que cambiaría su vida y que le diera la familia que siempre ha querido. Empezaba a ver a sus amigas que comenzaban a casarse y ella siempre aceptaba el puesto de dama de honor porque nunca pensaba que le tocaría a ella. Pero cuando Don entró en su vida, todo cambió drasticamente, ya que descubrieron ser uno el amor de la otra… Este hombre ya venía con dos hijos, pero ella nunca tuvo problemas con ellos, y los 4 conectaron rapidamente como una familia. Por eso, cuando se le propuso, Shannon era la mujer mas feliz del mundo y una de sus preocupaciones más grandes fue que su padre aprobara el matrimonio y la acompañara al altar y que pudieran compartir el típico baile padre-hija.
Pero su padre fue diagnosticado con cáncer unos meses antes de la boda.
Por desgracia, el padre de Shannon no aguantó hasta la boda y falleció cuando faltaba menos de un mes. Cuando llegó el gran día, el humor de Shannon estaba herido e incapacitado, porque claramente sentía que le faltaba algo, sin el hombre que le había dado la vida. Por esa razón, su neo-marido Don pensó que conmemorar al suegro no era bastante, entonces pensó en como conseguir que Shannon tuviera al menos el momento sagrado del baile «padre-hija», y lo recreó para ella. Empezó primero a bailar una coreografia con sus dos hijos Tommy y Joey y después… hizo esto:
Cuando la música cambia, Don se pone una camiseta donde se leía: ¿Me concedes este baile? Y, cuando volteó tenía en la parte de adelante una foto de su padre…
No se vosotros, pero a mi me ha dado justo en el corazón. Vaya detalle más precioso… Shannon debe de estar más enamorada que nunca.