Cada una de nosotras tiene al menos un par de pantalones vaqueros en el armario y muchos incluso no los usamos más porque se han puesto apretados. ¿Cuantos pantalones has colgado, clasificados como «me los pondré cuando adelgace»? Seguramente muchos.
Ahora ya no es un problema, hemos descubierto una manera de agregar a los pantalones vaqueros los pocos centímetros que necesitamos para poder volver a lucirlos, sin tener que tirarlos, regalarlos o tenerlos juntando polvo en el armario.
Ten en cuenta que deben ser pantalones o vaqueros que en todo caso puede ponerse, aunque sea difícil hacerlo; en pocas palabras, aquellos para los que la clásica escena es la de ir saltando alrededor de la casa y haciendo movimientos de ninja para poder subirlos hasta la cintura.
Tampoco es necesario tener grandes habilidades, sólo hay que seguir paso a paso nuestros consejos y volverás a caber en tus tejanos favoritos esos que te hacían lucir unas nalgas maravillosas.