8) Irse a dormir con el maquillaje
Entre los hábitos más extendidos, sin duda está el de no quitarse el maquillaje por la noche antes de acostarse. La oclusión de los poros no solo acelera el envejecimiento de la piel, sino que además no permite que la piel respire lo suficiente y se regenere durante la noche. La piel se verá opaca y, probablemente, con otros signos de falta de cuidado como excemas, granitos, puntos negros o comedones. Por la noche, lo mejor es limpiar la piel, aplicar una crema y permitir que se absorba de la mejor manera posible. Elije siempre desmaquillante según tu tipo de piel; la luminosidad al día siguiente será una señal evidente de que estás haciendo lo correcto.