Cuando tienes un hijo pequeño y llega el momento en que te ves obligado a dejarlo en casa porque tienes que salir sin él, es sin duda una circunstancia especialmente complicada que puede tener un impacto emocional negativo en él. Descubramos por qué es importante despedirse de los niños antes de partir y cuáles son las mejores técnicas para que la separación se produzca sin traumas.
¿Por qué es valioso saludar a los niños antes de salir?
Muchas veces se piensa erróneamente que salir sin despedirse, quizás distrayéndolo, es una buena idea para no alterar al niño. En realidad, si este comportamiento se perpetúa, puede causar un problema emocional que podría afectar profundamente al niño. De hecho, aunque en el momento del desprendimiento se produzca un llanto inevitable, es conveniente saludar al niño para hacerle partícipe de lo que ocurre. Por el contrario, al encontrarse «abandonado», el pequeño comenzará a desesperarse, sin poder dar una explicación a la ausencia. Además, los especialistas aseguran que desaparecer sin motivo genera un sentimiento de desconfianza en el niño, por lo que es fundamental ser siempre honesto y sincero.
Consejos para despedirse de los hijos cuando se sale de casa sin ellos
Si es posible, es aconsejable proceder a un desprendimiento gradual, ausentándose al principio durante un tiempo breve y aumentando gradualmente la duración de la ausencia. El momento de la despedida debe ser breve y sereno, también por parte de la madre. A la hora de despedirse, las demostraciones de cariño y ternura ayudarán al pequeño a afrontar mejor este momento y será fundamental para tranquilizarle de que pronto volverá a estar junto a su madre. Una vez que se hayan despedido, aunque sigan molestos, es bueno no volver sobre sus pasos y tranquilizarlos de nuevo. Este proceso no se producirá de inmediato, pero con el paso de los días el niño se acostumbrará a la idea de la separación y comprenderá que la madre no le abandona en absoluto y podrá gestionar sus emociones.