¿Cuál son las mejores posiciones para dormir bien? Esta es la pregunta que todo el mundo debería preguntarse, porque el número de horas y la calidad de nuestro sueño afectan la «tendencia» de nuestro día, la reactividad, el bienestar diario, en definitiva, la vida en general. El sueño es una necesidad fisiológica que el cuerpo no puede prescindir: las horas de sueño en la edad adulta deberían llegar a ser 7 u 8, mientras que los niños pasan de 15 a 16 horas en los primeros meses de vida, a 10 durante la pre- adolescencia. Para una buena noche de sueño, hay varios factores a considerar, tales como la nutrición, la exposición a la luz solar, la actividad física (que se define como la cantidad de movimientos realizados durante el día), el nivel de estrés y la fatiga, los factores ambientales del lugar donde descansa como la iluminación, la temperatura, el ruido, la condición del colchón o del cojín. Un aspecto que no debe subestimarse es la posición adoptada durante la noche: si cuando te despiertas ya estás cansado y dolorido, un primer control que se puede hacer es revisar tu posición para dormir.
En primer lugar, es necesario conocer la conformación de la espalda: la columna vertebral está formada por «curvas» que controlan la movilidad, la flexibilidad y la fuerza de la columna, la lordosis y cifosis. La lordosis natural se encuentra en la zona lumbar cervical y y se ve como dos arcos convexos mientras la cifosis como un arco cóncavo a nivel del pecho. Manteniendo la tendencia de estas «curvas» naturales incluso en la cama es el secreto de un sueño saludable y, en consecuencia, también un día positivo.
3) Posición prona
En resumen, barriga abajo. Esta posición es elegida por el 5% de la población mundial y es correcta en relación a la distribución de peso corporal, pero no para la columna vertebral, ya que acentúa la lordosis lumbar. No es recomendado por los especialistas debido a la profunda «cuenca» creada por el peso del cuerpo, que va a aplastar el diafragma, no es saludable para la columna y puede causar una respiración difícil. La cabeza, girada para no ahogarse, puede causar problemas en la cervical y de tensión muscular. Si no puedes renunciar a estas posiciones entonces añade un soporte a tu colchón y duerme sin almohada, para que el cuerpo esté en la misma línea del cráneo. En definitiva, evita dormir boca abajo, especialmente si tienes problemas respiratorios y dolores de espalda. [TERMINA EN LA PAGINA 2]