¿A quién no le pone nervioso estar bajo la mirada atenta de la familia de su pareja? ¿Y si además es una persona famosa? ¿Y si además es un príncipe del Reino Unido? Vamos, es un poco mucho para una chica de origen «plebeyo». Por suerte Meghan Markle está acostumbrada a la vida pública, pero estar en actos oficiales de Estado y tener que respetar un estricto protocolo no es una cosa que se pueda aprender de la noche a la mañana.
Los rumores dicen que, luego de la última visita de Meghan y el príncipe Harry a Cardiff, la capital de Gales, la abuela de Harry (nada más y nada menos que la reina Elizabeth) habría quedado poco satisfecha con el comportamiento de la prometida de su nieto. Es sabido lo mucho que la monarca cuida la imagen de la familia y que todos sigan las reglas de etiqueta pero… ¿habrá sido para tanto? ¡Analicemos punto por punto!