No se pierde ni siquiera una gotita: cada gota va a caer directamente sobre el suelo sin ser salpicado contra floreros, pavimentos o redes, sino terminando siempre a sólo unos centímetros de las raíces. Las hojas no estarán mojadas: ninguna gota va a terminar en las hojas, creando el peligroso efecto lente que es probable que acabe dañando las hojas, concentrando el calor en un punto.
No se gasta ni un céntimo: aparte de las botellas de plástico, también se pueden reciclar ollas de plastico, tinas, botes y todo lo que sea de un tamaño adecuado a las necesidades de sus plantas.
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